Schaeffler lleva décadas apostando por el automovilismo. Su papel como socio tecnológico no solo ha ayudado a evolucionar el deporte del motor, sino que también le permite transferir sus innovaciones del circuito a la línea de producción. En este blog ya te hemos hablado de la participación de Schaeffler en competiciones como la Fórmula E o de aplicaciones de altas prestaciones como el 4ePerformace, el coche eléctrico con 4 motores y 1.200 caballos de potencia.
En esta ocasión, vamos a hablar de un nuevo hito del automovilismo que ha sido posible gracias a Schaeffler: El uso por primera vez de vehículos híbridos en el Campeonato del Mundo de Rallyes (WRC) de la FIA. La filial de Schaeffler, Compact Dynamics, equipa a todos los fabricantes con un innovador sistema híbrido para el campeonato de 2022, que dio comienzo el 20 de enero con el mítico Rally de Montecarlo. Gracias a esta evolución se garantiza más seguridad e igualdad de oportunidades, al tiempo que se impulsa la conducción sostenible también en competición.
Un hito en la tecnología híbrida

El núcleo del nuevo concepto de propulsión es un sistema híbrido de alto rendimiento que combina un motor-generador, una unidad de control y una batería con una capacidad de 3,9 kWh. Con un diseño muy compacto y un peso de solo 87 kilogramos, se instala transversalmente en el centro de los nuevos coches Rally1 como una unidad enchufable. Está conectado con el tren motriz a través de un eje al diferencial trasero (Híbrido tipo P3). Gracias a este módulo, los vehículos se pueden conducir en modo puramente eléctrico en áreas específicas, como el parque de servicio o las llamadas zonas de vehículos eléctricos híbridos (HEV). Cuando llega la hora de pisar el pedal a fondo, el sistema híbrido proporciona a los pilotos de rally 100 kW de impulso adicional, además de los 286 kW (390 CV) del motor de combustión interna. La batería se puede recargar mediante la recuperación de la energía de frenado durante las etapas.
La experiencia del automovilismo utilizada para la producción en serie

Toda la experiencia adquirida en esta competición se transferirá una vez más a la producción en serie, en forma de, por ejemplo, ejes eléctricos, transmisiones híbridas o motores eléctricos para accionamientos eléctricos. Un viaje que ya se ha producido en la Fórmula E, en la que Schaeffler participó como socio tecnológico desde su inicio en 2014 hasta 2021. La apuesta de Schaeffler por la competición va más allá de su papel como socio innovador en el DTM, para el que está desarrollando un concepto de vehículo totalmente eléctrico con casi 1200 CV, vectorización de par y tecnología de dirección por cable Space Drive.