Se trata de una situación bastante habitual. El cliente acude con su coche y nos anuncia que patina el embrague. Se trata de uno de los síntomas relacionados con la transmisión que más visitas produce al taller. No en vano, si el embrague patina suele anunciar el final de su vida útil.
Sin embargo, son varias las causas y soluciones a este fallo, así que lo mejor es seguir un procedimiento de diagnosis adecuado. En este post, basado en los consejos de los técnicos de REPXPERT,
te mostramos las cinco preguntas que debes hacerte cuando el cliente dice que el embrague patina, un síntoma que, aunque se suele saldar con la sustitución del embrague, conviene tener identificado para evitar nuevas averías.
Y no olvides que en REPXPERT, el Blog del Taller Mecánico hemos publicado numerosos posts sobre el embrague, incluyendo el que dedicamos a analizar las 10 causas por las que el embrague da tirones, además, recuerda que en REPXPERT también puedes acceder a una completa sección de diagnóstico de daños, elaborada por nuestros técnicos. Otras secciones prácticas que no te debes perder incluyen la consulta del mes y las informaciones de servicio.
Antes de comenzar

En primer lugar, es necesario realizar una valoración general del desgaste y las condiciones de uso del coche en general y del embrague en particular. Por eso, lo primero es saber si el embrague patina siempre, bajo esfuerzo o después de un largo periodo de inactividad del vehículo. No tiene relación con cuánto dura un embrague, sino más bien con qué uso se le ha dado. Por eso, otra información fundamental es el kilometraje total del vehículo y el del embrague actual, teniendo en cuenta que el uso intensivo (taxi, autoescuela, remolque) reduce significativamente la vida útil del embrague.
También es interesante conocer el perfil del conductor, ya que es habitual que los conductores noveles sometan el embrague a unas condiciones de uso más severas, sin olvidar las reparaciones o modificaciones recientes que se ha podido realizar en el vehículo, que pueden esconder averías por montajes erróneos o errores de identificación. Una vez analizados estos detalles, comenzamos.
1. ¿Cómo se manifiesta la avería?
Esta avería es muy fácil de identificar. Cuando el embrague patina, al arrancar o acelerar, el motor sube de revoluciones, pero la velocidad no aumenta o sólo lo hace despacio. Este síntoma puede ser sutil al principio y manifestarse solo bajo fuerte demanda del pedal de acelerador, pero a la larga el coche será inconducible.
Conviene recordar que, en ocasiones, puede estar acompañado de otro síntoma: el coche huele a quemado. Más allá de estos aspectos y al contrario que otras averías, no suele ir acompañado de ruidos molestos y extraños en el coche ni problemas con el cambio de marchas, más allá del “baile” de revoluciones del motor.
2. ¿Qué podría estar defectuoso?
Como todos sabéis, el gran sospechoso de esta avería es sin duda el disco de embrague, pero hay otros componentes que pueden ser los causantes. Los sospechosos son, además, el plato de presión, el sistema de desembrague, el accionamiento o el volante motor, como veremos en el punto 5.
3. ¿Qué hay que comprobar antes del desmontaje?

Para el mecánico es muy fácil confirmar esta avería sin salir del taller con el coche realizando una prueba muy sencilla. Consiste en accionar el freno de mano, arrancar el motor, poner la 3ª marcha, acelerar y embragar lentamente. Si el motor no se cala, existe un defecto problema en el embrague.
En cualquier caso, si deseamos realizar un recorrido de prueba para asegurarnos, basta con acelerar hasta alcanzar el par máximo, el motor subirá de revoluciones más rápido de repente, pero la velocidad ya no aumenta. De nuevo, hemos comprobado que el embrague está en mal estado.
Además de la prueba dinámica también conviene comprobar en que estado se encuentra la mecánica del pedal así como el juego del embrague y el cable o los cilindros maestro y esclavo así como las tuberías.
4. ¿Qué hay que verificar después del desmontaje?
El siguiente paso implica la inspección detallada del embrague, para lo que es necesario desmontarlo. Una vez desmontado, la verificación comienza por el disco de embrague. Al examinar el forro, lo más probable es que presente un espesor escaso. También puede estar cristalizado o quemado, como se puede apreciar en la imagen adjunta. Una tercera posibilidad es que esté contaminado con grasa o aceite debido a alguna fuga.

El siguiente elemento que hay que examinar es el plato de presión, que puede mostrar signos de sobrecalentamiento, como se puede apreciar en la imagen. Otros daños más evidentes a la inspección visual pueden ser grietas o el propio muelle del diafragma roto.

En cuanto al volante motor, éste también puede mostrar estrías o grietas en la superficie de fricción o una profundidad fuera de tolerancia.
Finalmente hay que verificar el sistema de desembrague, por si el desplazamiento del cojinete sobre el casquillo guía está duro o bien el cojinete de desembrague central (CSC) presenta también dureza de accionamiento o no es estanco.
5. ¿Cuál puede ser la causa de la avería?
En la mayoría de los casos el desencadenante de esta avería no es otro que el desgaste normal del forro del disco, aunque hay muchas otras causas.

En primer lugar, están las relacionadas con la conducción, como el calentamiento bajo una conducción demasiado exigente, o en condiciones de baja adherencia, por ejemplo al circular en tierra, barro o nieve, con un coche de “calle” y neumáticos normales. En este caso, se puede producir un sobrecalentamiento que termina por carbonizar quemar el forro de fricción del disco.
También están las provocadas por motores modificados o “tuneados” más allá de la tolerancia del embrague de serie. No hay que olvidar que el incremento de potencia y par eleva la exigencia mecánica sobre todos los componentes de la transmisión. Si no son reforzados, se verá reducida su vida útil de un modo considerable.
Otro motivo de que el embrague patine es la presencia de grasa o aceite en el disco de embrague. En el siguiente punto te explicamos cómo identificar la fuente de este y otros fallos.
6. Síntomas mecánicos: Guía visual
A la hora de examinar los componentes del embrague, es posible detectar diversos síntomas mecánicos, que nos darán más información de la causa específica de la avería. Esta guía visual incluye los más importantes:
Sobrecalentamiento del plato de presión

Causas: se debe a la presencia de aceite o grasa en los forros por un retén defectuoso, a que el juego del cojinete de desembrague es demasiado pequeño, a un defecto en el sistema de desembrague (hidráulica o cable) o a que el conductor ha dejado patinar el embrague en exceso.
Fuertes estrías y marcas de sobrecalentamiento en el plato de presión

Causas: espesor del forro por debajo de su límite de desgaste, falta juego de cojinete de desembrague, desembrague defectuoso y el embrague ha estado funcionando parcialmente desembragado.
Puntas del muelle de diafragma desgastadas

Causas: el cojinete de desembrague está duro o se ha bloqueado por falta de juego.
Marcas de corrosión en el casquillo del cojinete de desembrague

Causas: no está engrasado o lo está de forma incorrecta y manguito corredizo desgastado.
Forro de fricción contaminado por aceite en el borde interior

Causas: retenes defectuosos y exceso de grasa en el perfil del cubo.
Superficie del forro cristalizada

Causa: forros contaminados por aceite (retén defectuoso) o disminución del coeficiente de fricción por un patinaje del embrague demasiado largo (sobrecalentamiento).
Forro contaminado por aceite

Causa: retén defectuoso en el motor o la caja de cambios.
Forro contaminado por grasa

Causa: exceso de grasa en el cubo, generalmente porque no se eliminó el exceso de grasa en el dentado del árbol de transmisión.
Forro desgastado hasta los remaches

Causa: desgaste del forro, porque se siguió conduciendo el vehículo pese al patinaje, embrague erróneo o sistema de desembrague defectuoso.
Estrías en el forro en el lado del volante motor

Causa: no se cambió el volante o no se rectificó la superficie de fricción del volante.
Marcas de deslustre en el preamortiguador
Causa: error de posición de montaje del disco o disco incorrecto.
Casquillo guía desgastado
Causa: lubricación deficiente o cojinete de desembrague duro.