Gracias a las carreras, adquirimos conocimientos que a menudo terminan por incorporarse a los vehículos de serie. Por eso nos encanta la competición y probar las tecnologías en condiciones extremas. La presencia de Schaeffler en el automovilismo de élite marca un nuevo hito con el nuevo DTM Electric, el vehículo que define el futuro inmediato del uno de los campeonatos más importantes del calendario internacional.
Los comienzos
Schaeffler dio sus primeros pasos en el deporte del motor eléctrico con su entrada como socio tecnológico en la ABB FIA Fórmula E en su primera temporada, allá por el año 2014. Su participación en el equipo Audi Sport ABT Schaeffler se ha saldado con numerosas victorias individuales y dos títulos mundiales y, lo que es más importante, con una gran cantidad de valiosa información obtenida en las extremas condiciones de la pista. Pero no todo es asfalto. Schaeffler ha dado esta temporada el salto al WRC, el exigente campeonato del mundo de rallies. Su filial Compact Dynamics es desde esta temporada el proveedor de los sistemas híbridos que se utilizarán en esta categoría. Se trata de un sistema híbrido de alto rendimiento con topología P3 (motor eléctrico detrás de la transmisión) que combina motor, generador y unidad de control con una batería que ocupa un espacio extremadamente pequeño y ofrece la máxima densidad de potencia. Para saber más, no te pierdas este post en el que te contamos con detalle la participación de Schaeffler en el WRC.

Una nueva era para el DTM
La relación entre Schaeffler y el DTM es larga y fructífera. El popular campeonato de turismos alemán ha servido para poner a prueba componentes y sistemas durante muchas temporadas. Este año, sin ir más lejos Schaeffler no solo apoya el BMW M4 GT3 pilotado por Marco Wittmann (imagen arriba), sino que está probando un nuevo componente. Se trata de un actuador hidrostático de embrague diseñado para proporcionar salidas más rápidas. Sin embargo, la verdadera revolución para el DTM está por llegar. Ya en 2020, Schaeffler probó el primer prototipo del que será el primer coche eléctrico de este campeonato. Con casi 1.200 caballos de potencia, ofrece un nivel de prestaciones similar al de un Fórmula 1. En cuanto a la dinámica del vehículo, equipa cuatro motores desarrollados por Schaeffler que pueden controlarse de forma selectiva en las ruedas para lograr una tracción perfecta en todas las condiciones imaginables de la pista. Esto es posible gracias al «torque vectoring», una tecnología que ya pudimos ver en el Schaeffler 4ePerformance.

La aceleración del nuevo DTM también es impresionante: el sprint de cero a 100 km/h tarda 2,4 segundos. Eso es 0,4 segundos menos de lo que necesitan los coches de combustión interna actuales. El Schaeffler Electric se ha desarrollado en estrecha colaboración entre la organización del DTM, ITR, y Schaeffler, que se convierte así en futuro socio de serie e innovación del DTM.
La visión toma forma

De hecho, Schaeffler ya ha presentado la siguiente fase evolutiva del DTM Electric, el DTM Electric Design Model (en la imagen superior). Su diseño refleja el aspecto que tendrán en el futuro los coches eléctricos del DTM, y se ha creado pensando en que los distintos equipos puedan personalizar el diseño del chasis. En el siguiente paso del desarrollo, Schaeffler combinará la tecnología de ambos prototipos. El coche resultante será muy parecido al coche que veremos competir en el nuevo campeonato eléctrico, previsto para 2023.