Como ya hemos comentado en varios de nuestros posts, para realizar una intervención sobre el sistema de embrague es importante tener los conocimientos adecuados. Pero en muchas ocasiones no es suficiente. Disponer de las herramientas adecuadas resulta imprescindible para que el profesional lleva a cabo una reparación sin fallos. Es el caso de la herramienta de embrague autoajustable, un elemento fundamental para evitar desajustes o daños en el volante motor al instalar un embrague autoajustable LuK SAC (Del inglés Self Adjusting Clutch).
En este post de REPXPERT, el Blog del Taller Mecánico, vamos a repasar las anomalías que se pueden producir si no empleamos la herramienta de embrague ajustable adecuada.
Y recuerda que Schaeffler ofrece al mercado la posventa su embrague autoajustable LuK SAC, un componente líder en el mercado, con calidad OE y disponible cómo solución integral de mantenimiento. Si deseas descubrir más sobre la tecnología Luk SAC, no te pierdas este post.
Los embragues autoajustables incluyen un sistema de ajuste que permite que la superficie de fricción del plato de embrague se aproxime al disco a medida que éste se va desgastando. El objetivo es que tanto las puntas del diafragma como la presión y el recorrido del embrague permanezcan inalterados a lo largo de toda su vida útil. Si montamos un embrague de este tipo sin la herramienta especial, corremos el riesgo de que el conjunto se desajuste, aproximando la superficie de fricción más de lo necesario al disco. El efecto que se produce es el mismo que tener un disco de mayor espesor. La fuerza del diafragma debe vencerse con los tornillos que unen la carcasa del plato al volante, pudiendo llegar a dañar la rosca en el volante.

Con la herramienta especial de embrague autoajustable podremos montar el conjunto sin presión, es decir, como si el pedal de embrague estuviera pisado. El objetivo es lograr un montaje correcto del embrague, en el que todas las puntas del diafragma de embrague queden alineadas a la misma altura, para que el sistema de ajuste se active adecuadamente, garantizando el correcto funcionamiento del embrague.


De lo contrario, se pueden producir las siguientes anomalías de funcionamiento:
1. Las puntas del diafragma de embrague no quedan alineadas a la misma altura
El cojinete de desembrague no apoya correctamente, pudiendo producir retemblores, vibraciones en el pedal, ruidos o el deterioro del collarín de empuje.
2. El sistema de ajuste salta y la superficie de fricción del plato se desplaza.
Esto provoca que se reduzca parcialmente el espacio de liberación del disco, lo que puede provocar rascado de marchas o retemblores, o que incluso el plato se desplace totalmente, impidiendo la liberación del disco.
3. El sistema de ajuste se descentra en el interior del plato.
Como consecuencia el sistema de ajuste se quedará bloqueado y no podrá regular, por lo que el conjunto de embrague comenzará a patinar después de un breve periodo de uso.
4. Rotura física del volante bimasa.
En algunos modelos puede suceder que los tornillos de fijación del plato de presión al volante bimasa prácticamente no rosquen en su alojamiento (p.e. un par de hilos). Esto no es suficiente para vencer la fuerza del diafragma por lo que dañan la rosca del volante, provocando daños irreversibles.
Esperamos que te haya gustado este post. Suscríbete, para no perderte ninguno de los temas de REPXPERT, el Blog del Taller Mecánico.