La distribución o accionamiento del motor es uno de los elementos clave en el mantenimiento de los propulsores de combustión interna. En este post vamos a analizar los tipos de poleas tensoras que se pueden encontrar en este sistema, en las versiones que emplean correa.
Hay que recordar que las poleas tensoras son componentes que están presentes tanto en los sistemas de distribución primarios (motor), como en los auxiliares (accesorios o FEAD). En todos los casos, su cometido es transmitir la fuerza del tensor a la correa así como proporcionar una tensión constante de la misma.

Además, en su variante de polea de inversión (o polea guía), sirven también para modificar el recorrido de la correa en función del esquema de distribución o bien como estabilizadores, para controlar posibles vibraciones en los tramos más largos de la correa. En este mismo blog, hemos dedicado un contenido a mostrarte cómo han evolucionado los diferentes esquemas tanto de accionamiento primario
como de accionamiento auxiliar.
Se trata de elementos cada vez más complejos, debido a factores como el menor espacio disponible o la mayor relevancia de los accesorios. Como resultado, el motor demanda una atención creciente por parte del profesional, que debe realizar un mantenimiento profesional de ambos accionamientos. En este entorno, tanto la correa como las poleas tensoras se convierten en piezas clave. Si quieres saber más sobre el accionamiento por correa, no te pierdas el post en el que te explicamos como realizar un mantenimiento profesional en 10 pasos.
Detalles constructivos
Las poleas tensoras y de inversión constan de una polea de plástico o acero en la que hay integrado un rodamiento radial rígido de una o dos hileras. Su superficie de rodadura puede ser tanto lisa como acanalada y para protegerse del polvo y la suciedad incluyen una tapa protectora de plástico, aunque también pueden utilizarse tapas protectoras de acero especialmente conformadas para proteger los rodamientos de la polea de inversión, que se atornillan a ésta. Como puedes ver más abajo, los rodamientos que se emplean son del tipo radial rígido, generalmente de una sola hilera (a), aunque en los casos en los que se requiere una carga más extrema se recurre a los de dos hileras (b).



Poleas tensoras en la distribución primaria por correa
Para que la distribución funcione de modo adecuado la correa dentada debe mantener la tensión adecuada a lo largo de su vida útil. Si esta unión positiva se viera alterada y un solo diente se saltara, se vería modificado el reglaje de válvulas pudiendo, sobretodo en los motores diesel, provocar que las válvulas colisionen con el pistón, con la consiguiente avería grave en el motor.
También conviene tener en cuenta que durante un periodo largo de funcionamiento, la correa dentada se estira ligeramente debido a la carga de tracción del cigüeñal y las fluctuaciones normales de temperatura. El resultado de este estiramiento es un retraso en el reglaje de las válvulas, ya que la velocidad del árbol de levas es inferior a la del cigüeñal. Por otra parte, las fluctuaciones normales de temperatura también pueden provocar que la correa se alargue y acorte. Por este motivo, las poleas tensoras de la última generación poseen un “margen de ajuste” en el que compensan automáticamente estas diferencias de longitud. Debido a ello, resulta crucial comprobar durante la inspección el funcionamiento de la polea tensora y la tensión de la correa dentada, corrigiéndola si fuera necesario.
Tipos de poleas tensoras
En las poleas tensoras de correa, se puede distinguir entre variantes manuales, semiautomáticas y automáticas. Vamos a verlas con detalle:


1. Poleas tensoras manuales
La principal ventaja que ofrecen las poleas tensoras manuales es su tamaño compacto. Sin embargo, como su nombre indica, deben ajustarse manualmente, configurando la tensión de la correa dentada definida por el fabricante a temperatura ambiente y, en caso necesario, reajustándola en los intervalos de revisión programados. Además, este tipo de polea no compensa las oscilaciones de temperatura, los cambios de carga y el alargamiento de la correa debido a largos periodos de funcionamiento.
2. Poleas tensoras semiautomáticas
En este tipo de poleas, la tensión también se ajusta a temperatura ambiente. Un muelle con fuerza elástica predefinida compensa además el alargamiento de la correa dentada. Sin embargo, la tensión de la correa debe reajustarse en los intervalos de revisión determinados por el fabricante.
La principal ventaja de este tipo de polea es que es capaz de compensar las oscilaciones de temperatura, los cambios de carga y el alargamiento de la correa debido a largos periodos de funcionamiento.
3. Poleas tensoras automáticas
Las poleas tensoras automáticas tensan automáticamente la correa dentada después del montaje. Integran un conjunto de muelles que proporciona una tensión de la correa casi constante, independientemente de las temperaturas o las cargas durante toda su vida útil. Otra ventaja de las poleas tensoras automáticas es su capacidad de amortiguar las vibraciones de la correa independientemente del estado de funcionamiento. De este modo, la tensión de la correa puede mantenerse en niveles muy bajos y el nivel de ruidos y la vida útil pueden optimizarse.
simplifica la instalación del sistema tensor en la línea de montaje del motor y evita fallos de ajuste.


El principio de la excéntrica
Mención aparte merecen los sistemas de tensado de correa con amortiguación integrada según el llamado “principio de la doble excéntrica” (imagen superior), que separan la función dinámica de tensión y amortiguación de la compensación de tolerancias para ajustarse con exactitud a los requisitos del cada accionamiento. Por su parte, la “excéntrica simple” (imagen inferior) simplifica el montaje del sistema de tensado en la línea de montaje del motor y evita errores de instalación.