Puede parecer que la pintura de los coches es un elemento secundario. Pero además de haber evolucionado, cumple un papel crucial. Atrás quedaron los días en los que Henry Ford, el fundador de la conocida marca del óvalo azul, decía que sus clientes podían comprar el Modelo T «en cualquier color, siempre que fuera negro». En aquellos tiempos, la decisión de ofrecer un solo color tenía que ver con los costes de producción de la pintura de los coches. Pero hoy en día eso ha cambiado y hay una verdadera ciencia detrás de la elección de los colores de los coches que compramos. En este nuevo post de REPXPERT, el blog del taller de mecánica, te vamos a contar algunos datos interesantes sobre la pintura de los coches.

Para qué sirve la pintura del coche
La pintura no es sólo una forma de diferenciar un coche de otro, sino también una forma de proteger la chapa de los elementos externos. Pero lo cierto es que el color de un coche, como de cualquier producto, es un factor que condiciona su venta. Cuando un comprador elige el color de su nuevo coche, sigue sus preferencias, pero también las tendencias del momento. Es una elección con una importante parte emocional, pero también muy racional: ningún comprador quiere quedarse con un coche pintado de un color que a pocos les gusta, con lo que baja el valor de venta. Pero también hay tendencias locales; por ejemplo, en la India, casi nadie compra coches negros y en China, rara vez se elige el azul.

El color más elegido
Para los fabricantes de automóviles, hay una parte científica en la definición de los nuevos colores, porque las tendencias del mercado siempre tienen una razón de ser. Pero, al fin y al cabo, ¿cuál es el color más elegido por quienes compran un coche? La respuesta es fácil y no ha cambiado en los últimos años: blanco. Ocupa el primer lugar con cerca del 35% de las ventas de coches en todo el mundo, seguido del negro y el gris, que representan ambos cerca del 19%. Pero si crees que el banco es el más vendido porque es el color más asequible, los expertos en pintura de coches te aseguran que no es así, que es una tendencia que nació de la influencia de los ordenadores personales. Cuando Apple empezó a utilizar este color en sus productos, muchos de sus rivales hicieron lo mismo y el blanco adquirió un nuevo estatus en la sociedad.
Los radares y el color blanco
Pero no son sólo las modas las que determinan la popularidad de un determinado color. Hay otras razones, como las nuevas tecnologías de ayuda a la conducción. Los sistemas de asistencia al conductor, que permiten un cierto grado de conducción autónoma, utilizan tecnología de radar y Lidar que detecta el color blanco con más facilidad que cualquier otro color. Si en el futuro todos los coches son autónomos, es posible que todos sean blancos. Los colores más claros y brillantes siempre se han considerado más seguros porque son más fáciles de ver para otros conductores y peatones. En los años 70 del siglo pasado, era habitual que las marcas utilizaran el color naranja para pintar sus prototipos de desarrollo cuando los probaban en la pista o en la carretera.
Cómo se pinta un coche
La tecnología de la pintura de coches ha evolucionado mucho en los últimos años. La demanda de los clientes de pinturas de mayor calidad y más resistentes al paso del tiempo y a los pequeños golpes a baja velocidad ha llevado a mejorar el proceso y los materiales. Sólo así los fabricantes pueden ofrecer varios años de garantía en la pintura de sus modelos.

El proceso de pintura se realiza esencialmente en un horno, para evitar la entrada de impurezas que puedan depositarse en la carrocería. El horno también debe estar a una temperatura controlada, para que el proceso se desarrolle de la manera más eficiente, entre 21 y 25 grados centígrados es lo ideal. Cada coche recibe unas 7 capas diferentes de pintura, empezando por la imprimación y terminando por el barniz, todas ellas muy delgadas. Todo el proceso de pintura, en un fabricante a gran escala, se realiza mediante el uso de rodillos, que cubren todas las partes del coche que necesitan ser pintadas, utilizando la menor cantidad de pintura posible. El proceso de secado se realiza a temperaturas en torno a los 140 ºC, para garantizar la dureza de la pintura, y después sigue el control de calidad, en el que se detectan las posibles imperfecciones y se corrigen antes de que el modelo pase a la distribución.

La pintura de coches es un área que implica mucha tecnología, la definición de los colores y su preferencia por parte de los clientes sigue las tendencias y los fenómenos sociológicos, pero sigue habiendo un factor intuitivo que nos permite seguir diciendo que la elección del color de un coche es algo muy personal.