Los componentes de suspensión y dirección están sometidos a un uso intensivo. Su ubicación, expuesta a golpes y suciedad, es un factor añadido que hace necesario que estén fabricados con materiales de la máxima calidad. Dentro de esta familia de componentes, los guardapolvos destacan por su resistencia frente los elementos externos así como a los constantes movimientos del vehículo. Como muchos sabréis, FAG ha lanzado recientemente una completa gama de componentes de suspensión y dirección, que incluye rótulas, brazos y trapecios, estabilizadores o articulaciones axiales. Cerca de 4.000 nuevas referencias con calidad OE y toda la garantía Schaeffler.
En este post de REPXPERT, el Blog del Taller Mecánico, vamos a recordar en el papel que cumplen los guardapolvos dentro de los componentes de suspensión y dirección, analizando qué cualidades deben cumplir para ofrecer el mejor sellado a lo largo de toda su vida útil.
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¿Conoces el TPU?
La clave de la elevada resistencia de los guardapolvos pasa por el material que emplean. En el caso de los componentes FAG, el compuesto elegido es el denominado poliuretano termoplástico, conocido comercialmente como Elastollan®. Este polímero de última generación, también conocido como TPU, destaca por ofrecer una elevada dureza a la tensión y resistencia al desgaste.
Otras cualidades destacables son la elasticidad y la excelente resistencia al impacto y las bajas temperaturas. A la hora de enfrentarse a los elementos externos, hay que tener en cuenta que este compuesto ha sido desarrollado para resistir el efecto de rayos UV, ozono, lubricantes y otros productos químicos.
Todos estos atributos convierten al TPU en un plástico de ingeniería, indicado para ser empleado en aquellos productos y componentes sometidos a las condiciones de trabajo más duras y exigentes. Además, los potenciales errores de montaje que se puedan producir se ven minimizados gracias a su robustez, muy superior a la de otros materiales tradicionales como polipropileno.

Gracias a las propiedades del TPU, el guardapolvos sigue siendo extremadamente flexible incluso a altas temperaturas, que pueden alcanzar los 150 grados centígrados en servicio normal. Junto a los materiales avanzados utilizados, el sistema de sellado desarrollado por los ingenieros de Schaeffler, proporciona un sellado perfecto, así como una óptima ventilación de las juntas.
En las rótulas de dirección, por ejemplo, consiste en tres microlabios obturadores diseñados para ajustarse perfectamente a la forma de la pieza. Calidad de materiales y sistema de sellado: gracias a estos dos elementos clave, es posible ofrecer una vida útil extremadamente larga y una estanqueidad permanente de la junta contra elementos como agua, arena o polvo. Así es como FAG es capaz de ofrecer al mercado de la posventa una completa gama de componentes de dirección y suspensión con calidad OE y toda la garantía de Schaeffler.