El conjunto motor-embrague-caja de cambios es sin duda uno de los sistemas más complejos a los que se enfrenta el profesional de la reparación. Se trata además de elementos clave del vehículo, que desempañan su labor bajo un elevado nivel de interrelación. Esta circunstancia complica las cosas a la hora, por ejemplo, de diagnosticar síntomas como la vibración del embrague, ya que es necesario valorar todo el conjunto para descubrir el origen de un fallo. En este post de REPXERT, el Blog del Taller Mecánico, vamos a analizar de modo visual, algunos fallos que se pueden esconder tras la vibración del embrague.
Diagnosticando las vibraciones del embrague
Los motores, al igual que otros componentes del vehículo están sujetos a desgaste, un desgaste cuyos efectos se pueden sentir en puede tener un efecto negativo sobre otros elementos de sistema relacionados. Esto es así, por ejemplo, en el caso de los componentes relacionados con el motor, que pueden provocar vibraciones que afecten al conjunto motor/caja de cambios.
Por eso, a la hora de diagnosticar vibraciones, los primeros pasos consisten en comprobar el correcto funcionamiento del motor, chequeando el sistema de arranque, la admisión y el escape, sin olvidar los componentes que soportan el motor y lo anclan al chasis. Además, los elementos elásticos de la suspensión a menudo no se diagnostican adecuadamente, pero son precisamente los responsables de los problemas de vibración anormal del motor durante su rango de funcionamiento. Todas estas vibraciones no amortiguadas pueden provocar a la larga problemas en el motor, la caja de cambios, e incluso en el sistema de embrague, que trabaja en condiciones desfavorables. Todo ello con graves consecuencias, como veremos a continuación en dos casos reales documentados por los técnicos de REPXPERT.

Caso 1: Altas vibraciones durante el acoplamiento con dificultad en el movimiento del pedal de embrague
En este primer caso, el principal síntoma es la dificultad en el accionamiento del pedal de embrague. La primera pista la podemos ver en la imagen 1, donde se pueden apreciar las marcas de roce provocadas en la placa de presión debido al exceso de vibraciones durante el acoplamiento. Además, estas vibraciones pueden causar que el muelle de la membrana se apoye puntualmente en los dientes, dificultando el accionamiento de embrague.

Además, esta dificultad para engranar la marcha correctamente se traduce en un excesivo deslizamiento, que termina por sobrecalentar el disco de embrague y la superficie del plato de presión, como se puede apreciar en la imagen 2. Para que no queden dudas, en la imagen 3, abajo, se puede comprobar que el cojinete de empuje no presenta daños en los puntos de trabajo de la horquilla. Por tanto, el problema no está causado por su desalineación.

Caso 2: Altas vibraciones con dificultad para engranar las marchas
En este segundo caso, el principal síntoma asociado a las vibraciones es la dificultad para engranar las marchas. Si examinamos la placa de presión, tal y como se puede apreciar en la imagen 4, observamos marcas de roce profundas en los dientes, debido a las vibraciones excesivas producidas durante el acoplamiento. Estas vibraciones provocan que el muelle de la membrana se apoye en los dientes en determinados momentos, con la consiguiente dificultad para engranar las marchas.

En la última imagen, podemos apreciar cómo el cojinete de empuje acumula mucho material de fricción, debido al desgaste prematuro del disco de embrague.