La apuesta de Schaeffler por la movilidad del futuro no tiene límites. Módulos híbridos, motores y ejes eléctricos, tecnologías basadas en el hidrógeno… es decir, un amplio abanico de tecnologías para lograr la electrificación eficiente del transporte de personas y mercancías, al que se ha unido otro reto: hacer realidad el coche autónomo.
Si embargo, en esta ocasión te presentamos la innovadora aportación de Schaeffler a la movilidad sostenible: Free Drive, el sistema eléctrico sin cadena para bicicletas. Se trata de una tecnología que ofrece un gran potencial en el campo de la micromovilidad. Destaca por su gran robustez y su concepto modular libre de cadena, que permite la máxima flexibilidad en el diseño del vehículo.
Free Drive es fruto de décadas de experiencia en el campo de la mecatrónica de vehículos, una experiencia que ahora llega al segmento de las dos ruedas. Esta transferencia tecnológica no es nueva para Schaeffler, que ya presentó su prototipo de bicicleta con cambio de marchas automático mecatrónico VELOMATIC en 2016. Este nuevo lanzamiento se presentó en el salón Eurobike 2021.
Un sistema para todas las aplicaciones

El principal componente del sistema Free Drive es el generador Schaeffler, que establece una resistencia constante en el pedal mientras absorbe la potencia de pedaleo del ciclista. Es decir, se trata de una solución regenerativa híbrida en serie, que transforma la energía generada del pedaleo en energía eléctrica, que a su vez se transforma de nuevo en energía mecánica en el motor instalado en el cubo de la rueda. La energía sobrante se almacena en la batería. Al igual que sucede en un automóvil, todos los componentes del sistema se comunican entre sí a través de una conexión CAN.
Free Drive es capaz de generar una salida continua de 250 vatios, y consta de un generador de pedal, un motor de accionamiento, un paquete de energía de batería y una interfaz hombre-máquina (HMI).
Múltiples aplicaciones

La gran ventaja de Free Drive es la ausencia de conexión mecánica entre el generador del motor. Por lo tanto, proporciona gran libertad de diseño en aplicaciones de 2, 3 o 4 ruedas. Además, permite configurar la sensación de pedaleo adaptándose tanto a los requisitos de la bicicleta como a las necesidades del ciclista, al tiempo que garantiza un mínimo desgaste. Su versatilidad se ve ampliada gracias a su pequeño tamaño, ya que solo se necesita disponer de una distancia 138 milímetros entre ambos pedales. Y todo ello sin piezas de desgaste ni cadena específica.