La revolución de la movilidad ya está aquí, y parece que va a quedarse. La necesidad de reducir el impacto de personas y mercancías parece que no puede esperar. Según las estimaciones de Schaeffler, el cambio de modelo aún tardará un poco, y veremos cómo diversas tecnologías de propulsión coexisten a nuestro alrededor. Para el año 2030 tendremos un 40% de híbridos, un 30% de eléctricos y otro 30% de explosión. Es decir, un abanico muy amplio, que obligará al profesional a adaptar su negocio ante esta nueva realidad. Pero, ¿cómo van a cambiar las cosas en los talleres mecánicos? ¿Cómo transformará esta revolución al profesional? Vamos a viajar a 2030…
1. Alto voltaje
Aunque las soluciones de hibridación suave o de 48 voltios tienen mucho recorrido gracias a su sencillez mecánica, los híbridos tradicionales serán moneda común. Y es que, gracias a su mayor voltaje, ofrecen muchas más posibilidades de uso, pero atención, porque esos 220 voltios no solo van a obligar a los profesionales a adquirir nuevos conocimientos sobre electricidad. Tendrán que adquirir nuevos conocimientos en materia de seguridad e incluso adaptar su equipo e instalaciones.
2. ¿Elegir un lado ?
Alguno puede llegar a pensar que los talleres mecánicos tendrán que elegir si son eléctricos o de explosión, pero parece que eso no va a suceder. En primer lugar, una parte importante del vehículo es común, independientemente de su modelo de propulsión, al menos de momento. Ruedas, frenos o amortiguadores son una muestra de los elementos que todos los coches comparten. Además, los principales constructores y proveedores son los que están liderando esta transición tecnológica hacia un nuevo modelo y, al igual que ellos, los actores de la posventa deberán abarcar todas las tecnologías del mercado.
3. Todos con gafas
Schaeffler ya lo mostró en Automechanika Frankfurt. Dentro de poco, con unas gafas de realidad mixta podremos ver a nuestro alrededor toda la información necesaria para cada intervención. Los pasos a seguir, los pares de apriete, las herramientas adecuadas flotaran en el aire. Y si algo no cuadra, un asistente virtual acudirá en nuestra ayuda. Porque la tecnología que está en camino está a la altura del reto que se avecina.

4. Más innovación
Ahora la gran protagonista es la movilidad eléctrica, y todos sabemos que es cuestión de tiempo que alcance unas cotas de eficacia suficientes para conquistar el mercado. Pero hay cosas que nunca cambian, y seguro que en 2030 seguimos a vueltas con las nuevas tecnologías de propulsión que van a reemplazar a los coches eléctricos. ¿Cuáles serán? ¿Motores de agua? ¿Nucleares?… Solo el tiempo lo dirá.
5. Formación digital
La forma en que se instruye a los profesionales sobre las nuevas piezas y sistemas está a punto de cambiar. Pronto quedarán atrás los cursos presenciales y el formador se asomará a la pantalla de nuestro ordenador para ponernos al día. Una forma de conciliar formación y trabajo mucho más eficaz.