ADAS son las siglas de Advanced Driver-Assistance Systems (sistemas avanzados de asistencia al conductor). Bajo esta denominación se incluyen todas aquellas ayudas electrónicas a la conducción que se han desarrollado con el objetivo de mejorar la seguridad activa de la conducción, y también para hacer más fácil y menos exigente el manejo del vehículo. Si quieres leer más sobre temas relacionados con ADAS no te pierdas este post de REPXPERT, dedicado al prototipo de vehículo autónomo de Schaeffler.
En la actualidad, los sistemas ADAS no representan un conjunto homogéneo de funciones presente en todos los vehículos, al menos por el momento. Cada fabricante selecciona, para cada modelo y segmento, las funciones que considera más adecuadas, según criterios como las expectativas de los clientes, la disponibilidad de los sistemas en los vehículos de la competencia y los costes.
Nuevo paquete ADAS para 2024

Sin embargo, para 2024, todos los coches nuevos a la venta deberán estar equipados con ocho de estos sistemas. Algunos ya están instalados hoy en día por razones de seguridad. Es el caso del conocido ABS, que evita el bloqueo de las ruedas en una frenada de emergencia, o de la función de frenado autónomo de emergencia, que aplica automáticamente los frenos si detecta una colisión inminente. Ahora también es obligatorio el ESP, un sistema que mantiene la estabilidad direccional del vehículo en los cambios bruscos de dirección, actuando sobre las cuatro ruedas de forma autónoma y selectiva para contrarrestar movimientos que puedan provocar un accidente.

Salida de carril
Sin embargo, hay otros sistemas en el universo de los ADAS, algunos con distintos grados de evolución. Es el caso de los sistemas de detección de abandono de carril, que utilizan sensores para comprobar si el vehículo se acerca a los límites de la calzada, avisando al conductor, ya sea con señales visuales en el salpicadero, con señales acústicas o con señales táctiles mediante sacudidas del volante. Una segunda evolución de este sistema es el de mantenimiento de carril que, además de avisar al conductor, toma medidas activas, girando autónomamente la dirección, para que el vehículo se mantenga en su carril. La última evolución de este sistema puede incluso mantener el vehículo centrado en su carril, por lo que tiene una acción de dirección más sutil. En cualquier caso, el conductor siempre tiene que mantener las manos en el volante, si no lo hace, el sistema le avisa para que vuelva a sujetar el volante y, si no lo hace, el sistema se desactiva.

Detección del ángulo muerto
Otros sistemas que se incluyen en los ADAS son, por ejemplo, la detección de un vehículo en el llamado ángulo muerto, es decir, la zona crítica que no es visible en los retrovisores. Al detectar un vehículo en esta posición, se emite un aviso al conductor. Un segundo desarrollo de este sistema aplica de manera preventiva una fuerza sobre el volante, contraria a un posible cambio de carril que pueda hacer el conductor, para evitar un posible accidente.
Uno de los sistemas que más ha evolucionado en los últimos tiempos en este ámbito es el control de crucero adaptativo. Este sistema comenzó como un acelerador automático programable para una velocidad determinada. A continuación, incluyó la reducción automática de velocidad cuando se detecta un vehículo más lento que circula por delante, para a continuación recuperar la velocidad establecida cuando el vehículo más lento se aparta al carril de la derecha. El último desarrollo de este sistema ofrece además una función de asistencia al adelantamiento, en la que el conductor sólo tiene que hacer una señal hacia la izquierda. El sistema espera un «hueco» en el tráfico del carril izquierdo para completar la maniobra con seguridad.
En todos los casos, el objetivo final de los sistemas ADAS es la conducción totalmente autónoma, un camino que se certifica en varias etapas de asistencia cada vez más intervenida. La última etapa es un vehículo capaz de ser conducido únicamente por su electrónica, sin ninguna intervención del conductor. Algunos fabricantes ya han hecho demostraciones de vehículos con conducción autónoma en condiciones controladas, como en autopistas. Pero la legislación aún no permite la comercialización de vehículos totalmente autónomos. Si quieres saber más, no dejes de leer este post, en el que te explicamos los distintos niveles de conducción autónoma.
(imágenes: Renault)